“Nadie es viejo porque nació hace mucho tiempo o joven
porque nació hace poco. Somos viejos o jóvenes en función de cómo entendemos el
mundo, de la disponibilidad con la que nos dedicamos curiosos al saber, cuya
conquista jamás cansa y cuyo descubrimiento jamás nos deja pasivos e
insatisfechos.” Paulo Freire.
¿Qué es realmente un estereotipo? ¿puede ser bueno o malo? ¿puede afectar o beneficiar?
En cuanto a ellos, se menciona que permiten percibir a las personas como miembros
de una categoría; asumiendo que tienen cualidades relevantes de ésta sin
necesidad de verificar su existencia, por ello se dice que se caracterizan por
la inercia (García-Marques y Mackie, 1999). Estos pueden constituir una
exageración de la realidad que en algunos casos ayuda a justificar el orden
social, por lo que se han identificado como una de las principales causas del
prejuicio hacia los grupos (Tajfel y Turner, 1979; Tajfel, 1981); donde variables
como el sexo, la edad y la raza son las más utilizadas para categorizar a los
individuos y estereotiparlos.
En el caso de las ideas sobre la vejez, han existido valoraciones positivas y negativas, a lo largo de la historia, en diversas culturas y sociedades enmarcadas en épocas específicas.
Estereotipos positivos y negativos sobre las personas adultas mayores - Elaboración propia |
Aunque se ha detectado que son los jóvenes quienes parecen tener una imagen de las personas mayores mucho más negativa que el resto de la población; estos estereotipos, ideas preconcebidas que llevan a un prejuicio se encuentran profundamente arraigados también en los adultos mayores (Hummert, Garstka, Shaner y
Strahm,1994). Lo que finalmente ocurre es que, al creer que estas ideas son reales, ocurra lo que se conoce como una profecía autocumplida.
Existen, al considerar una "clasificación", cuatro tipos de estereotipos:
Clasificación de estereotipos sobre el envejecimiento - Red Social por un Plan de Integral de Participación de las Personas Mayores |
Una imagen negativa de la vejez, como la que existe en la actualidad, provoca rechazo pero no sólo de la persona mayor sino de la propia vejez lejana o cercana.
En el vídeo se puede apreciar de forma sencilla y didáctica que aquellas percepciones que se tiene por lo general de las personas adultas mayores. Sin embargo, una vez identificado el problema surge una nueva cuestión: ¿qué hacer para solucionarlo?
Se puede "atacar" al problema desde tres esferas:
- Los mismos adultos mayores: que participen activamente en vista de alcanzar mejoras sociales, que salgan de círculos cerrados permitiendo el enriquecimiento mutuo y de la sociedad. Exigir que sus derechos sean respetados y sus demandas atendidas, expresando sus necesidades y preocupaciones reales, incluso realizando propuestas que consideren pertinentes.
- La sociedad: que sean dejadas atrás las ideas, mensajes, opiniones infundamentadas y percepciones despectivas que se difunden (en las familias, en los colegios, en los medios de comunicación) sobre los adultos mayores. Impedir el aislamiento, el desamparo, la falta de respeto o la violación de su dignidad.
- Las instituciones: elaborar e implementar políticas públicas para la integración, inclusión y capacitación de este sector de la población, además de difundir información objetiva, real y que invite a las personas a ser parte de un cambio de pensamiento colectivo. Fomentar la participación de las personas adultas mayores en todos los ámbitos sociales.
Referencias:
Red Social por un Plan de Integral de Participación de las Personas Mayores (s/n). Recuperado de: http://www.hartuemanak.org/Modules/Content/News/4/envejecimiento%20activo.pdf el 07 de abril de 2015.
Carbajo Vélez, M.C.: “Mitos y estereotipos sobre la vejez. Propuesta de una
concepción realista y tolerante”, en ENSAYOS, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº 24,
2009. Recuperado de: http://www.uclm.es/ab/educacion/ensayos el 07 de abril de 2015
Escrito por: Valeria Yáñez Ponce
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