Probablemente, al leer el título de este post, algunas personas piensen que son términos que no tienen sentido en una misma oración. ¿Realmente es posible envejecer y al mismo tiempo mantenernos activos en la mayoría de aspectos de nuestras vidas? El pensar así puede estar relacionado con el hecho de asociar envejecimiento con enfermedad, pero ya es momento de dejar aquellas concepciones atrás.
Aunque es cierto que al alcanzar edades más avanzadas (de acuerdo a la concepción social) las personas pueden volverse más vulnerables frente a diversas enfermedades, y todo ello teniendo en cuenta el concepto de envejecimiento biológico y fisiológico (del cuerpo y de las funciones orgánicas respectivamente), eso no necesariamente significa que su esencia, su forma de ser, sus deseos y metas se haya visto "envejecidas" también. Desde un punto de vista fisiológico y biológico, la vejez es una etapa exigente pero cuya concepción de negatividad
puede ser sobrellevada desde una actitud
mental positiva y una actividad física moderada
y sostenida.
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"(...) el incremento
de la longevidad hace
que cada vez un mayor número
de individuos vivan durante un
periodo importante de la vida con
características fisiológicas específicas y síndromes propios. La capacidad
de adaptación biológica y
plasticidad neuronal continúan
actuando durante el envejecimiento.
De hecho, el periodo que
se extiende desde los 60 a los 85
años de edad ocurre en condiciones
muy favorables para el desarrollo
productivo, familiar y
social de millones de individuos." (Gutiérrez-Robledo, 2011).
En el párrafo anterior se señala que, contra todo pronóstico (o mejor dicho, estereotipo), las modificaciones en las estructuras cerebrales que permiten una adecuada "fluidez" de las actividades que desempeña este órgano se mantienen, es decir, es posible aprender nuevas cosas, entrenar en las habilidades que se tienen, encontrar soluciones mejor adaptadas y creativas entre muchas otras actividades que uno por lo general pensaría que "a esa edad no se puede aprender y por lo tanto no tiene sentido tratar de enseñar.
Ahora bien, con envejecimiento activo nos referimos al proceso de optimización de las oportunidades de salud del adulto mayor, que comprende aspectos de participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. De ese modo, y partiendo desde el planteamiento de "envejecimiento activo", se busca ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida de todas las personas a medida que envejecen (incluyendo aquellas que tienen alguna discapacidad o que necesitan asistencia), ya que ahora es primordial fomentar y buscar mantener la autonomía a medida que se envejece.
"Desde la perspectiva de la teoría de la actividad, el concepto del "sí mismo" está relacionado con los roles desempeñados. Como en la vejez se produce una pérdida de roles (por ejemplo, jubilación, viudez), para mantener un autoconcepto positivo éstos deben ser sustituidos por roles nuevos. Por lo tanto, el bienestar en la edad avanzada depende de que se desarrolle una actividad considerable en los roles recientemente adquiridos." (Oddone, 2013)
Dentro de las políticas y planes nacionales para el beneficio de los adultos mayores, el concepto de envejecimiento activo toma una gran importancia, puesto que este término es la base de acciones específicas que forman parte de dichas políticas públicas (que siempre deben estar fundamentadas con teorías adecuadas).
Es probable (y esto lo demuestran las estadísticas) que quien se encuentre leyendo éstas líneas tenga un familiar que es un adulto mayor. Sin ir más lejos; nosotros somos futuros adultos mayores. Ya es tiempo de cambiar percepciones erradas sobre el envejecimiento, dejando atrás los estereotipos. El cambio inicia en cada uno de nosotros.
"Desde la perspectiva de la teoría de la actividad, el concepto del "sí mismo" está relacionado con los roles desempeñados. Como en la vejez se produce una pérdida de roles (por ejemplo, jubilación, viudez), para mantener un autoconcepto positivo éstos deben ser sustituidos por roles nuevos. Por lo tanto, el bienestar en la edad avanzada depende de que se desarrolle una actividad considerable en los roles recientemente adquiridos." (Oddone, 2013)
Es probable (y esto lo demuestran las estadísticas) que quien se encuentre leyendo éstas líneas tenga un familiar que es un adulto mayor. Sin ir más lejos; nosotros somos futuros adultos mayores. Ya es tiempo de cambiar percepciones erradas sobre el envejecimiento, dejando atrás los estereotipos. El cambio inicia en cada uno de nosotros.
Referencias:
Gutiérrez-Robledo LM. Envejecimiento y enfermedad crónica. Rev n Rev Invest Clin I v t n 2011; 63 (5): 448-449. Recuperado de: http://www.geriatria.salud.gob.mx/bibliotecageriatria/acervo/pdf/nn115b.pdf el 06 de abril de 2015.
Oddone, María Julieta (2013). “Antecedentes teóricos del Envejecimiento Activo”. Madrid, Informes Envejecimiento en red, nº 4. [Fecha de publicación: 28/09/2013]. Recuperado de: http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/odonne-antecedentes-1.pdf el 06 de abril de 2015
Escrito por: Valeria Yáñez Ponce
Oddone, María Julieta (2013). “Antecedentes teóricos del Envejecimiento Activo”. Madrid, Informes Envejecimiento en red, nº 4. [Fecha de publicación: 28/09/2013]. Recuperado de: http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/odonne-antecedentes-1.pdf el 06 de abril de 2015
Escrito por: Valeria Yáñez Ponce
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